El 19 de mayo se realizó una video-conferencia de la Cátedra Banco del Alba de Venezuela con el Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños, con la participación del profesor Francisco Rodríguez, politólogo e internacionalista, quien analizó el escenario geopolítico mundial posterior a la pandemia del Covid-19.
La charla comenzó caracterizando al sistema político internacional previo a la pandemia como un momento de incertidumbre, de desequilibrio y desplazamiento del eje geopolítico estratégico, sosteniendo que la pandemia ha funcionado como catalizador de estas variables. No obstante, el experto opinó que esta afirmación no significa proyectar una visión pesimista del futuro sino que, por el contrario, se abre la posibilidad de nuevos escenarios, a partir de la construcción de una nueva gobernanza internacional.
Consideró que las relaciones de poder durante los últimos seis siglos han descansado sobre un eje atlántico, partiendo desde el sistema de intercambio comercial, pasando por la red de comunicaciones, hasta el eje de decisiones políticas. Hoy, sin embargo, aparece un nuevo eje a partir del esquema de la Franja y la Ruta de la Seda, diseñada por China, que incluye una franja de comercio, intercambio cultural, una agenda multilateral e incluso la formación de nuevos organismos internacionales. Esta nueva realidad plantea el reto más importante que ha tenido el eje atlántico hasta el presente, porque supone un desplazamiento al eje pacífico.
Al revisar los efectos de la pandemia, describió la contracción del comercio mundial y la pérdida de empleos que se generan, según las proyecciones de la OMC y la OIT como datos altamente preocupantes. La pandemia está considerada como la peor crisis de empleo desde la Segunda Guerra Mundial, toda vez que el 70% de la población mundial vive en países que han tomado medidas de cuarentena. Por otra parte, para América Latina y el Caribe, el informe de la Cepal proyecta una contracción del PIB regional del 5%, con 29 millones de personas en situación de pobreza y 19 millones de personas en pobreza extrema. Esto significa que la desigualdad se va a acentuar. En países con gobiernos neoliberales, la ausencia de políticas de desarrollo social, conllevará a un aumento de la conflictividad laboral, crisis económica, social y política, con previsibles respuestas de represión y deterioro de los sistemas democráticos.
Analizando el factor político militar, la confrontación se da entre un sistema unipolar, de dominación hegemónica, frente a la consolidación de un mundo multipolar, con respeto al derecho internacional, el multilateralismo y la paz.
Alertó que, considerando las medidas de bloqueo que Estados Unidos lleva adelante para sostener su hegemonía, se pueden prever situaciones de mayor tensión en escenarios de la periferia. Además, la política estratégica de contención a China de los Estados Unidos, supone confrontar al multilateralismo. Hay quienes proyectan que en la pospandemia se viene una guerra fría económica, presionando en el Mar de China y conflictuando toda la región a lo largo de la Ruta de la Seda.
El analista planteó que, en consecuencia, estamos frente a una agenda de seguridad internacional de escalada de armamentismo, tercerización de la guerra, de graves dramas de movilización humana y problemas ecológicos.
Finalmente, opinó que –en este mundo en el que hay fuerzas que quieren un retorno a un status quo anterior al de la pandemia y al mismo tiempo se aceleran las amenazas y se profundiza la crisis–, la esperanza reside en la construcción de una nueva gobernanza de paz compartida, tal como la propone la Diplomacia Bolivariana de Paz y los actores del mundo multipolar.