Evo Morales, expresidente de Bolivia, intervino este miércoles en la videoconferencia de alto nivel de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) para analizar estrategias para revitalizar la economía postpandemia por el nuevo coronavirus.
Morales destacó que los esfuerzos en su país por parte de los movimientos progresistas se concentran en garantizar unas elecciones limpias este 6 de septiembre, a pesar de los esfuerzos del gobierno de facto y sus socios para impedirlo.
Evo Morales señaló la importancia de redefinir la deuda externa de los países emergentes para poder contar con recursos que les permita hacer frente a la pandemia y relanzar la economía.
Durante su participación como invitado especial en la Conferencia de Alto Nivel: Economía Post Pandemia en el ALBA-TCP, expresó que la “vida no puede ser una mercancía”, destacando las experiencias cubana y venezolana en materia de garantizar el derecho a la salud.
En materia económica, Evo Morales saludó el planteamiento de la Cepal sobre la suspensión del pago de intereses y de la deuda externa en el contexto de la crisis generada por la pandemia. “Creo que debemos debatir de manera conjunta qué hacemos con la deuda externa, si no es condonarla, cómo reprogramar, diferir el pago”, insistió.
En otro orden de ideas, afirmó que “la llamada potencia mundial no es tal”, en referencia a la respuesta errada del Gobierno de Estados Unidos frente al COVID-19, que mantiene a la nación norteamericana como epicentro de la pandemia.
Argumentó que la “línea de la política norteamericana y la derecha golpista, fascista y racista no quiere que haya elecciones (en Bolivia), quieren postergar de manera indefinida, quieren deponer la Constitución de 1994, a través de un decreto ley, que es volver al Estado colonial, dejando de lado al Estado Plurinacional”.
Morales alertó sobre el peligro que representan estas intenciones del ala fascista y sostuvo que la responsabilidad de él es “por ahora garantizar, cómo cuidar las elecciones nacionales que están programadas para el 6 de septiembre”.
Sobre el panorama interno que vive su país, lamentó que han empezado a privatizarse áreas del sector económico y a paralizarse todas las obras que estaban levantándose, en función de detener todas las empresas públicas, ante lo cual “el pueblo boliviano está indignado, se ha decepcionado del gobierno de facto”.
Prensa Mppre / teleSUR