El Banco del Alba ha cumplido sus primeros 11 años trabajando en la consolidación de una entidad financiera de nuevo tipo, que impulsa y dinamiza la capacidad productiva de nuestras economías, aquí y ahora, desarrollando el presente.

Se trata de una experiencia inédita en la historia de Nuestra América, que ya puede exhibir resultados verificables en diversas áreas:

Desde financiar la construcción en un país del Caribe Oriental del aeropuerto más moderno de la región, quebrando con ello no solo décadas de aislamiento, sino además inaugurando oportunidades inusitadas para el desarrollo del turismo internacional, hasta contribuir de manera sensible a la declaración de Bolivia y Nicaragua como Territorios Libres de Analfabetismo.

Desde aportar fondos para el alivio de los efectos de desastres naturales como el paso de los huracanes Sandy en Cuba en 2012 e Irma y María en las islas de Dominica y Barbuda en 2017, hasta desarrollar cadenas de frío en Guyana y capacidades para el ahumado de pescado en Surinam, gracias a las garantías financieras brindadas por el Programa Alba Alimentos.

Desde actualizar las capacidades industriales en la República de Cuba para la producción de conductores eléctricos, refractarios y productos siderúrgicos destinados a la sustitución de importaciones y a la exportación, hasta fomentar el incremento de la producción agrícola en San Vicente y las Granadinas para destinarla al procesamiento industrial de condimentos y aperitivos destinados a la exportación hacia mercados que demandan productos orgánicos mediante canales de distribución de comercio justo.

Desde brindar auxilio financiero a Grenada y San Cristóbal y Nieves para ayudarles a reestructurar su cuantiosa deuda externa y evitar la caída en impago que les arrojaría a las fauces del Fondo Monetario Internacional y con ello literalmente al caos y la pérdida de soberanía, hasta financiar la construcción de un centro de beneficio industrial ganadero e impulsar el cultivo de café robusta en la región del Caribe Sur de Nicaragua.

Todos estos ejemplos convierten al Banco del Alba en una realidad tangible para sus países miembros y vecinos de la región y permiten augurar mayores logros en la nueva etapa que se inicia.