En los primeros seis meses de la pandemia, Banalba puso en marcha seis ejes de trabajo para apuntalar su respaldo a los países de la región, en medio de un escenario de incertidumbre económica, inestabilidad social y pronósticos sombríos sobre el futuro de América Latina y el Caribe, potenciado por el impacto de la pandemia.
1) Impulso al sistema sanitario: En medio de la pandemia, el Banalba ha coordinado las primeras operaciones para la entrada en funcionamiento del banco de medicamentos, equipos médicos e insumos sanitarios del ALBA-TCP, como un paso fundamental para garantizar una respuesta de carácter regional a los desafíos sanitarios.
2) Seguridad alimentaria: El banco también ha afianzado el impulso a la seguridad alimentaria de la región, mediante un aporte coyuntural del Fondo de solidaridad –equivalente a 5 millones de dólares-, dirigido a los países del Caribe Oriental, con el propósito de contribuir a robustecer sus sistemas de producción agrícola.
3) Transporte regional: Banalba ha decidido otorgar un financiamiento de 21,8 millones de dólares a Antigua Barbuda y concretar el préstamo que ha solicitado el Primer Ministro Gaston Browne, con el propósito de iniciar el plan de rescate de Leeward Islands Air Transport (LIAT).
En esa misma línea, se aprobó un crédito por 5,6 millones de dólares para Conviasa, la compañía bandera del Estado venezolano, que le permitirá fortalecer su flota aérea para garantizar sus operaciones nacionales e internacionales. Ambos financiamientos, además, abren la posibilidad de aumentar la sinergia entre las empresas, de capital estatal, con miras a incrementar el transporte regional y los flujos comerciales.
4) Fondo Humanitario ALBA-TCP: A principios de julio de este año, el órgano de dirección del Banalba aprobó la constitución de un Fondo Humanitario para mitigar los efectos de la pandemia, que destinará recursos para el reimpulso económico de la región con acompañamiento técnico.Además de la contingencia de la pandemia, el Fondo –que funciona como un mecanismo fiduciario administrado por el Banalba- cuenta con un capital inicial de 3 millones de dólares para afrontar desastres naturales, especialmente frecuentes en el Caribe durante la temporada de huracanes.
5) Seguridad energética: Tres de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA) son víctimas de las medidas coercitivas unilaterales de EE.UU. Sin embargo, la sinergia entre Petrocaribe y el Banco del Alba ha sido clave para rediseñar las estrategias de cooperación y mantener el apoyo a los proyectos de desarrollo.
El funcionamiento complementario de ambos mecanismos es un ejemplo de que, a pesar de las restricciones ilegales que ha impuesto Washington, una arquitectura independiente, innovadora y de nuevo cuño, es capaz de apalancar el sueño de la integración.
6) Estabilidad financiera: Banalba también ha acordado el perdón de capital e intereses para toda la cartera de créditos hasta el cierre de este año, una medida de gracia que implicará un ahorro de 6 millones de dólares a los tomadores de crédito de la región.
Con estas acciones Banco del Alba se consolida como una entidad financiera que impulsa y dinamiza un nuevo orden económico, convirtiéndose en una experiencia inédita para el desarrollo de América Latina y El caribe.